jueves, 25 de febrero de 2016

Lo que se aprende en el viaje.







 -Muchas veces quise escribir sobre las cosas que me habían pasado en Málaga, le decía a la gente que me preguntaba por el blog, que estaba recolectando historias, para que el día en que volviese a Chile, pudiese redactar todo en una historia gigante llena de aventuras y cosas graciosas, pero la verdad, es que nunca supe que escribir, o sobre que.

  -Este viaje ha sido por lejos de las experiencias más enriquecedoras de mi vida, no voy a mentir y decir que es por todo lo que aprendí en la universidad, sino que por todo lo que aprendí de mi mismo.  Aprendí que por muy lejos que estén tus amigos, los que son de verdad los vas a sentir siempre a tu lado, aprendí  que a veces la familia parece estar mucho más cerca cuanto más lejos la tienes y que esos lazos perdurarán por siempre, aprendí que no importa el idioma que hables o de donde vengas, siempre podrás conocer nuevos amigos que serán mucho más parecidos a ti de lo que piensas , y también como uno de los aprendizajes más importantes; aprendí que cuando piensas mucho las cosas terminas frustrándote, porque la felicidad y el dolor son inseparables, cuando estás con uno, el otro se sienta en banca a esperarte, y que no puedes simplemente ignorarlo en ninguno de los dos casos, porque ambos son realmente necesarios en tu vida.

 Quizás, hay que atreverse un poco más a hacer las cosas, si no las haces ahora que eres joven no las vas a hacer con 50 años, esta bien ser responsable pero....tienes el resto de tu vida para ser un adulto responsable, por ahora no está mal ser joven, no está mal ser irresponsable de vez en cuando (sin abusar, claro está) y atreverte a probar cosas nuevas.

Hay demasiadas cosas que voy a extrañar de Málaga, las tapas, que cada dos cuadras haya un bazar chino con TODO, pero TODO lo de la tierra, sus calles estrechas en las que los balcones de algunos casi chocaban con los de otros y en las que tantas veces me perdí a pesar de que el centro no era muy grande que digamos, las gaviotas peleando con palomas y loros cerca del balcón de mi casa, como si fuera una pelea de pandillas (cabe destacar que las palomas siempre salían perdiendo), conocer frecuentemente a los camareros de Picasso y tener siempre descuento, ir con mi amigo los días que nos daba paja cocinar a comer al chiringuito de la esquina, el "Ka' la abuela", pero por lejos... lo que más voy a extrañar, son a las hermosas y lindas personas que conocí allí, gente que cala tan profundo en ti, en tan poco tiempo, que parece mentira, personas tan especiales que te acompañan a vivir una experiencia que nunca se repetirá, porque claro, puedes volver a esa ciudad, pero nunca repetirás las condiciones que volvieron tu viaje increíble, amigos que me enseñaron todas las groserias en italiano posibles, que me enseñaron que, que alguien le diga Arturito a R2D2 es tan terrible como decir Onda vital, a lanzar cartas como Gambito de X-men, que The Gift, es por lejos, la peor película que se pudo haber creado y que Simba es algo más que un personaje del rey león.

Asi que, finalmente, ¿cómo calcular los 7 meses que pasaron?, ¿son 306.600 minutos?, ¿306.600 amaneceres? ¿306.600 fiestas?...¿qué tal si lo calculamos en cariño?...

Nos hacemos viejos viendo pasar solo trenes de ida desde nuestra propia estación, sin embargo, tenemos menos miedo y menos prisa, porque sabiendo que podemos subir al tren que queramos, nos damos el tiempo de sentarnos a mirar el paisaje, no importan los kilómetros que nos separen si sabemos que habrá una próxima vez, todo depende de nosotros.

Gracias Málaga y a mi familia por tan hermosa experiencia  <3